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[GNU-traductores] Traducción de sco-v-ibm.es.html


From: Xavier Reina
Subject: [GNU-traductores] Traducción de sco-v-ibm.es.html
Date: Sun, 27 Nov 2005 11:54:24 +0100

Hola, 

Envio la traducción de sco-v-ibm.es.html que realizó Antonio Ceballos
hace tiempo y que revisaron Antonio y un servidor.

Si no hay más comentarios sobre esta traducción la subiré en una semana.

Gracias,

xavi

Traducciones de esta página

Declaración de la FSF sobre el litigio entre SCO e IBM

Eben Moglen

25 de junio de 2003

La demanda que el Grupo SCO ha elevado contra IBM ha generado muchas peticiones de comentarios por parte de la FSF. La Fundación se ha abstenido de hacer comentarios oficiales sobre el litigio, puesto que sólo se han presentado las acusaciones del demandante; los comentarios sobre acusaciones no demostradas suelen ser prematuros. Más molestas que la propia demanda han sido, sin embargo, ciertas declaraciones públicas de los representantes de SCO, quienes de forma irresponsable han puesto en duda la legitimidad del software libre en su globalidad. Dichas declaraciones requieren una contestación.

La demanda de SCO afirma que IBM ha incumplido las obligaciones contractuales que existen entre las dos empresas y también que IBM ha incorporado información industrial secreta relacionada con el diseño del sistema operativo UNIX a lo que SCO llama de forma general «Linux». Recientemente, esta última queja se ha ampliado en declaraciones extrajudiciales de los empleados y directivos de SCO al sugerir que «Linux» incluye material copiado de UNIX, lo que viola los derechos de autor de SCO. Esta acusación la recogían ciertas cartas, que aparentemente envió SCO a las 1.500 empresas más grandes del mundo, que advertían de que el uso de software libre podría infringir la ley.

Es de crucial importancia aclarar algunas confusiones que los portavoces de SCO no parecen dispuestos a disipar. En primer lugar, SCO ha usado el término «Linux» para referirse a «todo tipo de software libre» o a «todo el software libre que constituya un sistema operativo similar a UNIX». Esta confusión, contra la que la Fundación ha advertido ya otras veces, lleva a conclusiones erróneas. «Linux» es el nombre del núcleo que más se usa en sistemas de software libre. Pero el sistema operativo en su conjunto contiene otros muchos componentes, algunos de los cuales son productos del Proyecto GNU de la Fundación; otros se han escrito aparte y se han publicado bajo licencias de software libre; el conjunto es GNU, el sistema operativo libre en el que hemos estado trabajando desde 1984. Aproximadamente la mitad de los componentes de GNU son trabajos con los derechos de autor propiedad de la Fundación para el Software Libre (FSF), incluidos el compilador de C GCC, el depurador GDB, la librería de C Glibc y la shell bash, entre otras partes esenciales. La combinación de GNU y el núcleo Linux produce el sistema GNU/Linux, que se usa ampliamente en una gran variedad de hardware y que tomado como un todo imita las funciones que en su día sólo realizaba el sistema operativo UNIX.

El confuso empleo de términos que hace SCO deja oscuro lel motivo de sus reclamaciones: ¿ha alegado SCO que IBM ha incorporado ciertos secretos industriales del creador de UNIX, AT&T ―al que SCO ha sucedido como parte interesada tras varias cesiones.―, al núcleo, Linux, o a partes de GNU? En el primer caso, no habría ninguna justificación para las declaraciones difundidas a las 1.500 grandes empresas, urgiréndoles ser cautos con el uso de software libre o de programas de GNU, en general. Si, en cambio, SCO alega que GNU contiene contiene algún secreto industrial o material protegido por derechos de autor de UNIX o cualquier tipo de material protegido por derechos de autor, tal afirmación sería casi seguro falsa. Los colaboradores del Proyecto GNU prometen cumplir las reglas del proyecto establecidas por la Fundación para el Software Libre, que especifican, entre otras cosas, que los colaboradores no deben establecer acuerdos de no divulgación de información técnica relativa a en su trabajo en programas de GNU y que no deben consultar ni hacer uso de código fuente de programas que no sean software libre, incluido, de forma específica, UNIX. La Fundación no tiene ninguna base para pensar que GNU contenga secretos industriales o material con derechos de autor de SCO o que cualquier otro pueda exigir secreto industrial o derechos de autor válidos. Algunos colaboradores podrían haber tergiversado los hechos en sus contratos de cesión de derechos; pero en ausencia de tergiversación voluntaria, que jamás ha sucedido por lo que la Fundación puede saber, la probabilidad de que haya fallado la supervisión que llevamos a cabo de la libertad de nuestro software libre es insignificante. La Fundación ha observado que, a pesar de las declaraciones alarmistas hechas por empleados de SCO, la Fundación no ha sido demandada; ni SCO tampoco, pese a nuestras peticiones, ha encontrado ni un solo proyecto cuyos derechos de autor sea de la Fundación, incluidas todas las modificaciones de IBM del núcleo para usar en los ordenadores mainframe S/390 de IBM, del que SCO afirma que infringe sus derechos de cualquier modo.

Además, hay razones legales muy claras por las que las declaraciones de SCO relativas a las acusaciones contra el núcleo o contra otro software libre es muy probable que estén equivocadas. En cuanto a sus acusaciones de difusión de secretos industriales, que son las únicas que realmente han realizado en la demanda contra IBM, queda el hecho de que SCO ha estado distribuyendo copias del núcleo Linux, como parte de sistemas de software libre GNU/Linux, durante años. SCO ha distribuido dichos sistemas en completa conformidad con las exigencias de la GPL, por lo tanto, incluyendo todo el código fuente. De este modo, el propio SCO ha estado publicando de forma continua, como parte de su negocio convencional, el material que dice que incluye sus secretos industriales. No hay, sencillamente, ninguna base legal sobre la que SCO pueda afirmar que otros hayan violado los secretos industriales de un material que la propia compañía ha difundido comercialmente bajo una licencia que explícitamente permitía la copia y la distribución sin restricciones.

Ese mismo hecho se se erige en una barrera infranqueable para la afirmación de SCO de que «Linux» viola los derechos de autor de SCO sobre el código fuente de UNIX. Los derechos de autor, según ha señalado repetidamente el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, regulan expresiones, no ideas. Los derechos de autor sobre código fuente no comprenden cómo funciona un programa, sino solamente el lenguaje específico en el que está expresado el funcionamiento. Un programa escrito de cero y que expresa la función de otro programa que ya existe de una nueva forma no infringe los derechos de autor del programa original. GNU y Linux imitan algunas funciones de UNIX, pero son implementaciones independientes, no copias de otras expresiones. Pero incluso en el supuesto de que SCO pudiera mostrar que se hubiese copiado una porción del código fuente de su UNIX en el núcleo Linux, la demanda de violación de los derechos de autor fracasaría, puesto que el propio SCO ha distribuido el núcleo bajo GPL. Al actuar de este modo, SCO ha autorizado a todo el mundo a copiar, modificar y redistribuir dicho código. SCO no puede ahora echarse atrás y alegar que lo que hizo fue vender el código a la gente bajo GPL, garantizándoles el derecho a copiar, modificar y redistribuir cualquier cosa que estuviese incluida, pero que de algún modo no autorizaba la copia y la redistribución de ningún material propio protegido por los derechos de autor contenido en ese código.

A la vista de estos hechos, las declaraciones públicas de SCO son, en el mejor de los casos, engañosas e irresponsables. SCO se ha beneficiado convenientemente del trabajo de los colaboradores del software libre de todo el mundo. Las presentes declaraciones públicas constituyen un abuso grosero de los principios de la comunidad del software libre, de un miembro que ha empleado todo nuestro trabajo para su propio beneficio económico. La Fundación para el Software Libre reclama a SCO que se retracte de sus mal aconsejadas e irresponsables declaraciones y que proceda inmediatamente a separar sus discrepancias comerciales con IBM de sus obligaciones y responsabilidades con la comunidad del software libre.

Eben Moglen es el Consejero General de la FSF y forma parte de su consejo directivo.


Otros textos relacionados con SCO.


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